
Me enseñaste de todo excepto a olvidarte, desde filosofía hasta como tocarte, a saber que el afrodisíaco más cumplidor no son los mariscos, sino el AMOR. Pero no me enseñaste a olvidarte. Me enseñaste de todo excepto a olvidarte, a convertir una caricia en una obra de arte, a saber que los abogados saben poco de amor y que el amor se cohibe en los juzgados. Pero no me enseñaste a olvidarte. Donde se apaga el amor que quedó, si hay que aceptar que nuestra historia voló, de donde saco EL VALOR. Me enseñaste DE TODO, excepto a olvidarte..
No hay comentarios:
Publicar un comentario